¿Por qué escuchar música de los 80 para hacer ejercicio?

La música de los 80 para hacer ejercicio ha ganado popularidad en los últimos años, no solo entre los nostálgicos de la década, sino también entre los entusiastas del fitness. Pero, ¿qué hace que estas canciones sean perfectas para entrenar? En este artículo, exploraremos las razones detrás de esta tendencia y cómo puedes incorporarla en tus rutinas de ejercicio para obtener los mejores resultados.

Los años 80 fueron una época dorada para la música pop, el rock y la música electrónica. Canciones icónicas de artistas como Michael Jackson, Madonna, Queen y Depeche Mode no solo dominaron las listas de éxitos, sino que también dejaron una huella imborrable en la cultura popular. Estas canciones, con sus ritmos pegajosos y letras motivadoras, son perfectas para crear una atmósfera energizante que puede mejorar significativamente tu experiencia de ejercicio.

Índice
  1. Beneficios de la música de los 80 en tus entrenamientos
  2. Cómo crear la playlist perfecta de música de los 80 para ejercicio
  3. Incorporar la música de los 80 en diferentes tipos de ejercicio
  4. Último apunte

Beneficios de la música de los 80 en tus entrenamientos

Aumento de la motivación y el rendimiento

Uno de los principales beneficios de escuchar música de los 80 para hacer ejercicio es el aumento de la motivación. Las canciones de esta década están llenas de energía y suelen tener un tempo rápido que puede ayudarte a mantener un ritmo constante durante tu entrenamiento. Estudios han demostrado que la música con un tempo de entre 120 y 140 pulsaciones por minuto (bpm) es ideal para actividades físicas intensas como correr o hacer cardio.

Las letras motivadoras de muchas canciones de los 80 también juegan un papel crucial. Temas como "Eye of the Tiger" de Survivor o "Don't Stop Believin'" de Journey pueden inspirarte a seguir adelante incluso cuando te sientes cansado. Esta combinación de ritmo y mensaje positivo puede aumentar tu resistencia y ayudarte a rendir mejor en cada sesión.

Mejora del estado de ánimo

Hacer ejercicio con música de los 80 puede tener un impacto positivo en tu estado de ánimo. Las melodías optimistas y los recuerdos asociados con estas canciones pueden liberar endorfinas, las llamadas "hormonas de la felicidad". Esto no solo te hace sentir bien durante el ejercicio, sino que también puede reducir el estrés y la ansiedad.

Además, la nostalgia asociada con la música de los 80 puede evocar recuerdos felices y momentos significativos de tu vida, lo que puede aumentar tu sensación de bienestar general. Sentirte más feliz y menos estresado no solo hace que el ejercicio sea más agradable, sino que también puede hacerte más propenso a mantener una rutina de ejercicio regular.

Variedad y disfrute

La música de los 80 abarca una amplia gama de géneros, desde el pop y el rock hasta la música electrónica y el new wave. Esto significa que hay algo para todos los gustos, y puedes variar tus playlists para mantener tus entrenamientos interesantes. Cambiar regularmente tu música de ejercicio puede prevenir el aburrimiento y mantenerte motivado para seguir entrenando.

Explorar diferentes géneros y artistas de los 80 también puede hacer que disfrutes más de tus sesiones de ejercicio. Puedes descubrir o redescubrir canciones que te encantan, lo que hace que el tiempo pase más rápido y que cada sesión sea algo que esperas con ansias.

Sincronización y ritmo

La sincronización del ritmo de la música con tu movimiento puede mejorar significativamente tu rendimiento. Este fenómeno, conocido como sincronización musical, es especialmente relevante con la música de los 80 debido a su estructura rítmica clara y consistente. Canciones con un ritmo constante pueden ayudarte a establecer y mantener un ritmo de ejercicio eficiente, lo que es crucial para actividades como correr, ciclismo y entrenamiento de resistencia.

Además, la sincronización rítmica puede reducir la percepción del esfuerzo, haciendo que los entrenamientos parezcan menos intensos de lo que realmente son. Esto te permite entrenar más duro y por más tiempo, maximizando los beneficios de tu ejercicio.

Cómo crear la playlist perfecta de música de los 80 para ejercicio

Selección de canciones

Crear una playlist efectiva requiere elegir canciones que no solo te gusten, sino que también tengan un ritmo adecuado para tu tipo de ejercicio. Busca canciones con un tempo de entre 120 y 140 bpm para actividades cardiovasculares y un tempo ligeramente más bajo para entrenamientos de fuerza o yoga.

Algunas sugerencias incluyen:

  • "Eye of the Tiger" de Survivor: Perfecta para el cardio intenso.
  • "Beat It" de Michael Jackson: Ideal para mantener un ritmo constante.
  • "Push It" de Salt-N-Pepa: Excelente para entrenamientos de fuerza.
  • "Jump" de Van Halen: Energizante y motivadora.

Estructura de la playlist

Una buena playlist debe tener una estructura que coincida con tu rutina de ejercicio. Comienza con algunas canciones de tempo moderado para el calentamiento, sigue con canciones de ritmo rápido para la parte principal del entrenamiento y termina con canciones más relajadas para el enfriamiento.

Por ejemplo:

  1. Calentamiento: "Billie Jean" de Michael Jackson
  2. Parte principal: "Livin' on a Prayer" de Bon Jovi, "Girls Just Want to Have Fun" de Cyndi Lauper
  3. Enfriamiento: "Every Breath You Take" de The Police

Actualización regular

Para mantener tu motivación alta, es importante actualizar tu playlist regularmente. Añade nuevas canciones y retira aquellas que ya no te inspiran tanto. Mantén un equilibrio entre tus favoritas de siempre y nuevas incorporaciones para que cada sesión de ejercicio sea fresca y emocionante.

Personalización

Cada persona es diferente, por lo que es crucial personalizar tu playlist según tus preferencias y objetivos de ejercicio. Experimenta con diferentes canciones y observa cómo afectan tu rendimiento y estado de ánimo. Ajusta tu selección en consecuencia para encontrar la combinación perfecta que te haga sentir energizado y motivado.

Incorporar la música de los 80 en diferentes tipos de ejercicio

Cardio

Para ejercicios cardiovasculares como correr, saltar la cuerda o hacer aeróbicos, la música de los 80 puede ser especialmente beneficiosa debido a su ritmo enérgico y constante. Canciones como "Footloose" de Kenny Loggins y "Wake Me Up Before You Go-Go" de Wham! pueden ayudarte a mantener un ritmo alto y hacer que el tiempo pase más rápido.

Entrenamiento de fuerza

En los entrenamientos de fuerza, una buena playlist puede ayudarte a mantenerte concentrado y motivado. Canciones con un ritmo fuerte y constante, como "Another One Bites the Dust" de Queen o "Nothin' But a Good Time" de Poison, pueden proporcionarte el impulso necesario para levantar pesas y completar tus series.

Yoga y estiramientos

Aunque la música de los 80 es conocida por su energía, también hay canciones más suaves que pueden ser adecuadas para sesiones de yoga o estiramientos. Temas como "True" de Spandau Ballet o "Time After Time" de Cyndi Lauper pueden crear un ambiente relajante y ayudarte a concentrarte en tu respiración y postura.

HIIT (Entrenamiento de Intervalos de Alta Intensidad)

Para el HIIT, necesitas música que te mantenga al máximo durante los intervalos de alta intensidad y te ayude a recuperarte durante los períodos de descanso. Canciones como "Sweet Dreams (Are Made of This)" de Eurythmics y "Blue Monday" de New Order pueden ser perfectas para este tipo de entrenamiento debido a sus cambios de ritmo y energía constante.

Último apunte

La música de los 80 para hacer ejercicio no solo es una opción nostálgica, sino que también ofrece numerosos beneficios para mejorar tu rendimiento, estado de ánimo y disfrute general del ejercicio.

Al incorporar estas canciones en tus rutinas de entrenamiento, puedes crear una experiencia más motivadora y efectiva.

Así que, la próxima vez que te pongas tus zapatillas de deporte, no olvides añadir algunos éxitos de los 80 a tu playlist y disfruta de un entrenamiento lleno de energía y diversión.

Fernando Fernández

Soy DJ Fernando Fernández, un veterano de la música que inició su carrera en 1982. Mi pasión por la mezcla comenzó junto a mi amigo Enrique Navarrete, y ese mismo año, mi padre me regaló un mixer y dos tornamesas: una Sony sin pitch y una Kenwood con pitch. A pesar de las limitaciones técnicas, mezclé en cientos de fiestas durante los años 80 y 90, una época en la que los DJs eran escasos. Puedes saber más sobre mi aquí.

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